viernes, 27 de agosto de 2021

LA CURIOSA HISTORIA DETRÁS DE MOLESKINE

 


-Cuadernos depositarios de ideas y esperanzas-

La escritura es uno de los mayores inventos de la humanidad, el invento a partir del cual todo conocimiento humano se desarrolla. Es a través de ella que se han plasmado y pasado los conocimientos de generación en generación y de un continente a otro. Los relatos y tradiciones orales se pierden y modifican, mientras que los escritos perduran en el tiempo.

Hoy en día, y a pesar de estar rodeados de ordenadores, teléfonos, y diversidad de dispositivos que nos facilitan la escritura a través de teclados y pantallas, existen estudios que confirman  que la escritura manual se asocia con una retención a largo plazo de la información, una mejor organización del pensamiento y una mayor capacidad para generar nuevas ideas. En estos tiempos tan digitales, una empresa como Moleskine sigue seduciendo al mundo con sus cuadernos, creando una comunidad de aficionados.


-Una interesante historia-

El cuaderno de notas Moleskine es el heredero y sucesor del legendario cuaderno usado por artistas y pensadores durante los últimos dos siglos, tales como Vincent Van Gogh, Pablo Picasso, Ernest Hemingway y Bruce Chatwin.

En 1887, en Londres, Frank Smythson, experto trabajador del cuero, abrió su primera tienda  y dedicó sus primeros años a crear el cuaderno perfecto. Quería convertir su tienda en el lugar de referencia para las personas que tenían grandes ideas y querían custodiarlas para siempre. Y lo consiguió. El nombre Smythson se popularizó hasta llegar a lo más alto en 1908, cuando, después de infinidad de diseños, nació Panamá, el primer cuaderno portátil preparado para ser doblado sin deformarse y con una hechura que permitía llevarlo en el bolsillo interior de las chaquetas. Eso sí, con un precio que no todo el mundo podía permitirse.


Fue en estos cuadernos Panamá donde Sigmund Freud recopiló cientos de confesiones, Hemingway ideó sus novelas, Winston Churchill sus discursos e incluso Marilyn Monroe recogió algunos de sus más íntimos pensamientos.

No obstante, como hemos dicho, no estaba al alcance de todo el mundo y fue entonces, cuando en 1997 nacieron en Italia unos cuadernos capaces de competir con el Panamá, a un tercio de su precio.


Estas libretas tenían un particular formato que fue en el que se basó Moleskine años después para diseñar las suyas. Un pequeño cuaderno negro rectangular con esquinas redondeadas, una banda elástica para mantenerlo cerrado y un bolsillo interno.


El novelista y escritor de viajes inglés Bruce Chatwin (1940-1989) popularizó este tipo de libreta, la cual le acompañaba en sus múltiples reseñas de viajes alrededor del mundo. También fue el propio escritor quien bautizó el producto como “Moleskine”. Se dice que le dio el nombre “Moleskine” por el parecido visual que tenía con el color y la textura de la piel de un topo (mole=topo + skin=piel).


-El origen de la marca Moleskine-

En 1994, Maria Sebregondi, quien trabajaba en Modo & Modo como diseñadora, se encontraba buscando un producto de éxito para la generación X. Ella y su equipo habían pensado en camisetas con frases célebres de autores, pero Maria no estaba convencida con ello, y decidió irse de viaje para encontrar la inspiración. Leyendo a su admirado escritor de viajes, Bruce Chatwin, descubrió que en su libro Los trazos de la canción (un relato de sus andanzas por Australia) se quejaba del cierre del taller de sus imprescindibles cuadernillos de viaje.

Maria, quién en su momento también quiso comprar unos de estos cuadernos, regreso a sus oficinas asegurando tener el producto para la generación X:
“Será italiano y se llamará Moleskine”.

Logró convencer a sus superiores explicando que a esa famosa generación a la que iban destinado su producto, era amante de las historias, y por eso colocó la de Chatwin en su interior. Decidió que los cuadernos se venderían en librerías y no en las habituales papelerías. Según decía, no eran cuadernos para escribir listas, sino libros para escribir.

Finalmente, y tras una primera negación y ante el miedo a lo que vendría, las librerías aceptaron venderlos. De hecho, la primera edición se vendió en tan solo dos días. Desgraciadamente, Chatwin murió antes de poder probarlos.

Sin duda Maria acertó y hoy en día la empresa cotiza en bolsa con un valor de 27 millones y tiene tiendas en 95 países. Moleskine ha sabido convertir un objeto “simple” en un producto de alta gama que transmite un “estilo de vida”. Ella es ahora la presidenta de la Moleskine Foundation.




El mito de la libreta Moleskine

Moleskine no inventó la famosa libreta, Moleskine se encargó de dotarla de misticismo, darle ese aura atractiva y deseable por un público amplio y heterogéneo a lo largo y ancho del mundo.

Hay algo simbólico en saber que una libreta como la que tenemos fue usada por algunos genios de la historia. Es una sensación de la que disfrutamos y por la que estamos dispuestos a pagar algo más. Como si teniéndola en nuestras manos fuese a despertar nuestra vena creativa/artística.

Ahí se encuentra el valor otorgado por el consumidor a algunas marcas. En este caso, no se trata del coste del papel encuadernado, sino del símbolo que representa. Así la historia detrás del producto forma parte indispensable del mito del mismo y de su atractivo.

Apalancándose en esta historia es como se ha construido y fortalecido la marca alrededor del mundo. Como ellos mismos lo definen: “Moleskine nace como marca en 1997, reproduciendo el legendario cuaderno de notas utilizado por artistas e intelectuales de los dos últimos siglos, desde Vincent van Gogh a Pablo Picasso, pasando por Ernest Hemingway y Bruce Chatwin”. Estos personajes probablemente ni siquiera usaron la marca, pero eso ya no importa, ahora forman parte de la historia de las libretas moleskine.

-¿Cómo son las Moleskine?

Ya sea en formato bolsillo o en un tamaño de la mitad de una hoja A4; rayadas, lisas o cuadriculadas, no importa como sean...todas son guardianes de ideas!. De tapa flexible o rígida, colorida o en negro. 

La ventaja de estas libretas es que el papel tiene un tratamiento libre de ácido por lo cual su durabilidad es muchísimo más que la de una libreta común, y por ejemplo tus bocetos hechos con lápiz pueden durar toda la vida!!! 

Y como ellos dicen…

“Es la historia detrás del producto, no el producto. Somos contadores de historias”.

 
Fuentes y fotografías:
Travel advisor guild
Sequio
Paperblog
Gabinete de curiosidades


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